Renovables, economía circular, hidrógeno y CCUS: Las tecnologías clave para la descarbonización


Este martes ha tenido lugar la cuarta sesión del Ciclo de conferencias online sobre Economía Circular, organizada por Funseam y la Fundación Repsol, en la que se han dado a conocer proyectos que utilizan el dióxido de carbono para desarrollar nuevos productos y servicios.
Renovables, economía circular, hidrógeno y CCUS: Las tecnologías clave para la descarbonización

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El CO2 se considera una de las principales causas del Cambio Climático pero la solución pasa, necesariamente, por valorizarlo y convertirlo en un nuevo recurso, es una de las conclusiones a las que se ha llevado a cabo en la cuarta sesión del Ciclo de conferencias online sobre Economía Circular, organizada por Funseam y la Fundación Repsol.

Según Mariano Marzo, director de la Cátedra de Transición Energética de la UB-Fundación Repsol, no solo hay que dejar de emitir CO2 a la atmósfera, sino que hay que retirar el que hemos emitido en los últimos cien años. Y para ello hay que tener en cuenta las tecnologías de emisiones negativas. Marzo ha presentado la sesión, en la que se ha hablado de estas tecnologías a través de los proyectos de Orchestra Sci, Altex y Repsol. La periodista de La Vanguardia, Conchi Lafraya, ha actuado como moderadora.

Orchestra Sci es una startup nacida en 2017. La tecnología que ha desarrollado permite separar el dióxido de carbono, purificarlo y devolverlo al mercado como biogás o biometano, para poder ser reutilizado en diversos mercados. Es un proceso escalable, que aumenta la estabilidad del producto y, además, rentable. Cristina Sáenz de Pipaón, fundadora de la compañía, destaca que el potencial del biogás no ha parado de crecer desde el año 2000 y cree que “el mercado global superará los 30.000 M de dólares en 2022”.

Elvira Casas es una investigadora con más de 20 años de experiencia en la tecnología de fluidos supercríticos. Durante su intervención ha presentado el proyecto que se desarrolla en la planta Altex de Ainia Tecnología, donde trabajan con las ventajas que ofrece el punto crítico del CO2, el más utilizado a nivel industrial. “Es un gas inerte, no tóxico, no inflamable, no explosivo, de costes moderados y fácilmente disponible, del que se pueden obtener ingredientes de alto valor”. La empresa aplica sus propios procesos de extracción para desarrollar pruebas de laboratorio que demuestran su viabilidad, para después implementarlas a escala industrial en empresas de distintos sectores.

La última en intervenir ha sido Adriana Orejas,  directora industrial & Deep Tech del Repsol Technology Lab. En este centro tecnológico, la empresa desarrolla proyectos de reducción de emisiones y productos de baja huella de carbono para potenciar la economía circular. La compañía está comprometida a llegar a las cero emisiones netas en el 2050 y según Orejas “la economía circular va a ser una de las grandes claves para la descarbonización, con múltiples oportunidades de negocio en el campo energético. En la generación, en los procesos, en los productos y también en los servicios.” Orejas ha defendido el CCUS (Captura, Almacenamiento y Uso del Carbono) como una de las soluciones de futuro.

La jornada ha servido para concluir que las tecnologías relacionadas con la descarbonización están conectadas entre sí y es preciso seguir trabajando para introducirlas en el mercado. Para ello es clave la regulación, pero también hace falta más innovación, más compromiso y más colaboración entre compañías grandes y pequeñas.